SABER ENVEJECER: CONSIDERACIONES GENERALES

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¿Te has preguntado si, a medida que aumenta tu edad, estás haciendo todo lo necesario para conservar tu salud y calidad de vida?

La sociedad actual ha demostrado un incremento en la expectativa de vida que en países desarrollados sobrepasa los 80 años.

Sin embargo, el verdadero desafío no es solo vivir más años, sino hacerlo con salud y calidad de vida, disfrutando de nuestro contexto social y familiar. Aquí encontrarás recomendaciones útiles para aprender a envejecer.

Autor: Dr. C. Luis Gregorio Pérez Álvarez

Colaboradora: Dr. C. María Cristina Pérez Guerrero

A LOS 40 AÑOS DEBEMOS PENSAR CÓMO SERÁ LA VIDA CUANDO TENGAMOS 70:

Nadie se prepara en la juventud para la vejez, lo que lleva a enfrentar las consecuencias de nuestros errores como fumar, malos hábitos de alimentación, alcoholismo y sedentarismo son todas condicionantes de limitaciones funcionales que se hacen más evidentes después de los 60 años.

Cuando tienes 40 años con muchas metas que cumplir, es fácil ignorar cómo será la vida cuando tengas 80 años, pero cuando tienes 70, te das cuenta de que tener una vivienda y dinero en el banco, no son suficientes para envejecer con calidad.

El envejecimiento es inevitable y progresivo, influenciado por un enorme número de factores biológicos, psicológicos y sociales que no se expresan igual en todas las personas.

Envejecer es algo común a todos los seres humanos, pero saber envejecer no es precisamente algo extendido entre todos los que incrementan su edad.

APRENDE A TENER UN ENFOQUE OPTIMISTA SOBRE EL ENVEJECIMIENTO:

Algunos enfrentan el envejecimiento de manera conformista como algo inevitable que va a deteriorar la salud y el desempeño funcional.

Otros adoptan una perspectiva fatalista, viendo la vejez como un periodo inevitable que trae consigo enfermedades, discapacidades, tristeza y depresión.

Sin embargo, hay quienes lo enfrentan con una actitud optimista. A estos últimos se les brinda información sobre cómo manejar esta etapa de la vida, equipándolos con conocimientos y una mentalidad positiva, conscientes de que existen muchas acciones que pueden tomarse para reducir los efectos negativos del incremento de la edad.

CUIDA TUS HÁBITOS DE VIDA:

Nunca es tarde para empezar a cambiar, pero implica determinación, decisión, inspiración, compromiso, deseo de prosperar, responsabilidad y conocimiento sobre qué debo hacer.

Los hábitos son comportamientos repetidos que se vuelven parte de uno mismo; pueden ser buenos o malos hábitos. Un envejecimiento saludable parte en primer lugar de hábitos de vida que influyan favorablemente en nuestra salud.

Con frecuencia, la rutina diaria de las personas después de los 70 años se convierte en un círculo cerrado de tareas a cumplir, que poco tienen que ver con promover salud.

La forma en que vivimos, la rutina de vida que desarrollamos, las cosas buenas y malas que hacemos con nuestro organismo sí tienen un peso importante en la calidad de nuestro envejecimiento.

DESARROLLA ACTIVIDADES QUE ESTIMULEN TU CAPACIDAD FUNCIONAL:

Un adulto inteligente sabe aceptar los cambios propios de la edad, reconoce sus limitaciones, pero usa su sabiduría, su experiencia, para desarrollar actividades que le permitan conservar su capacidad funcional.

A nuestro alrededor, encontramos ancianos llenos de optimismo, con proyectos de vida, habilidades, e independencia, que disfrutan plenamente de la vida con alegría, activos socialmente, a pesar de las limitaciones propias de su edad, o de padecer enfermedades crónicas.

Hay quienes difieren de esta actitud y viven con pesimismo, frustración y temores, deprimidos, sedentarios, sin proyectos de vida, sentados en un sillón, recordando el pasado y pensando en todo lo que ahora ya no pueden hacer, esperando la llegada de la muerte.

Estas diferencias no están determinadas por la genética sino por el estilo y hábitos de vida de cada uno.

PREOCÚPATE POR CUIDAR TU SALUD:

El individuo debe saber cuidar su salud, lo que significa tener un estilo de vida saludable, una dieta adecuada, combatir la obesidad, practicar sistemáticamente ejercicios, evitar hábitos tóxicos, alcohol, drogas, tabaco.

Asistir con regularidad al médico para detectar o compensar las enfermedades crónicas emergentes, practicar deportes, participar en programas de rehabilitación encaminados a conservar la capacidad funcional física.

Proteger las funciones intelectuales con la lectura, la educación, entrenar la memoria y funciones intelectuales, cuidar el ajuste psicológico y la participación social, evitando la depresión, el pesimismo, la disminución de la autoestima y el aislamiento.

Esto incluye la identificación y tratamiento oportuno de enfermedades crónicas y desarrollar acciones para prevenir la dependencia funcional.

DEFIENDE TUS DERECHOS Y TU ECONOMÍA:

La calidad del envejecimiento también depende de la forma en que la sociedad visualiza a las personas de la tercera edad, las pensiones, ayudas económicas, espacios para la recreación, la cultura y el deporte, la calidad de la asistencia médica son entre otros factores determinantes para las oportunidades de vida del anciano.

La independencia económica influye directamente en la calidad de vida, por eso se debe ahorrar en la juventud para asegurar un bienestar en la vejez.

Sin un techo apropiado donde vivir y un mínimo de comodidades, es difícil lograr calidad de vida. No se construye una casa a los 80 años, hay que hacerlo cuando somos jóvenes. 

Si de joven apreciamos la importancia de tener en la vejez una casa propia, una pareja estable, ahorros económicos que nos protejan cuando seamos menos jóvenes, estamos creando condiciones para envejecer con calidad.

LA ANSIEDAD, LA DEPRESIÓN, EL NEGATIVISMO, EL PESIMISMO, SON CALDO DE CULTIVO PARA ENVEJECER PREMATURAMENTE:

Cuida tu ajuste emocional tanto o más que de como cuidas tu salud física, hay quien nunca se olvida de tomar diariamente un grupo de vitaminas, pero no dedica tiempo para oír una buena música, tener una agradable conversación con un amigo, ir al teatro o disfrutar una buena lectura sin comprender que la salud no solo es un problema físico, sino también es un problema emocional.

Cuando llegan a la vejez, son los ancianos que se aíslan, se deprimen, se vuelven hipercríticos y van perdiendo el necesario apoyo emocional para una vejez con calidad.

LA SOCIALIZACIÓN ES EL ALIMENTO QUE NUTRE LA SALUD MENTAL, EL AISLAMIENTO EMPOBRECE EL ENVEJECIMIENTO DE CALIDAD:

Hay que aprender cuando somos menos viejos a crear una personalidad y un estilo de vida que favorezca las relaciones sociales. Hay quienes en su edad laboral solo se relacionan con sus compañeros de trabajo y cuando se jubila, el contacto se pierde y el aislamiento crea un sentimiento negativo.

De joven promueve tu participación en organizaciones sociales, religiosas, comunitarias, invierte tiempo en ayudar a otros, crea vínculos que luego te serán de mucha utilidad para cuando seas menos joven.

CULTIVA DE JOVEN HABILIDADES QUE LUEGO TE SIRVAN EN LA VEJEZ PARA OCUPAR EL TIEMPO LIBRE, SENTIRTE ÚTIL E INCLUSO MEJORAR TU ECONOMÍA:

He conocido personas que durante toda su vida se dedicaron solamente a una profesión y el día que se retiraron de su trabajo se encontraron en el mundo sin saber qué hacer sin saber en qué invertir el tiempo libre, y terminaron sentados frente al televisor o mirando pasar la vida desde un asiento en el portal de su casa.

Aprender una manualidad, una expresión artística, un oficio alternativo, un pasatiempo interesante, un hobby como la jardinería, la repostería, filatelia, ayuda a encontrar qué hacer cuando llegue la hora de la jubilación y esto contribuye a nuestra salud intelectual y emocional.

PREOCÚPATE SISTEMÁTICAMENTE POR TU SALUD AUN CUANDO CREAS QUE ESTÁS EN TU MEJOR MOMENTO:

Los avances de la ciencia médica han cambiado el pronóstico y la evolución de muchas enfermedades, pero es imprescindible, para obtener buenos resultados identificarlas a tiempo, cuando incluso están en la fase asintomáticas, pongamos por ejemplo el cáncer de mama en la mujer o el cáncer de próstata en el hombre, así el chequeo médico periódico beneficia un envejecimiento saludable.

LOS MALOS HÁBITOS NUTRICIONALES QUE FAVORECEN LA OBESIDAD Y LA DESNUTRICIÓN JUNTO CON UNA VIDA SEDENTARIA COMPROMETEN UN ENVEJECIMIENTO SALUDABLE:

En contraste, una alimentación balanceada, que brinde los requerimientos nutricionales básicos, la práctica sistemática de ejercicios, caminar, montar bicicleta, nadar y practicar deportes, nos prepara para cuando seamos menos jóvenes. 

LA FAMILIA ES UN PILAR FUNDAMENTAL DE LA VIDA DE TODO SER HUMANO:

Si cuando joven pensamos que somos independientes y no necesitamos de nadie, en la vejez esto resulta completamente opuesto. Es en esta etapa donde hace falta la compañera de muchos años, hijos, hermanos, las nueras que serán los que nos brinden el apoyo a nuestra dependencia funcional.

Cultivar la unidad de la familia, las reuniones, los intercambios, los apoyos cuando somos menos viejos, nos ayuda a envejecer en el futuro con calidad de vida.

NO MALGASTES EL TIEMPO DE LA JUVENTUD:

Se dice que cada edad tiene sus actividades propias, hay una edad de montar patines, otras de escalar montañas, una edad para pescar submarino.

Hay que aprovechar la juventud para acumular recuerdos de momentos felices, de experiencias agradables de fotos de recuerdos bonitos que luego más tarde cuando estemos menos jóvenes, sentado recordando el pasado podamos estar seguros de que aprovechamos bien nuestra juventud, eso también ayuda a envejecer con calidad.

CONCLUSIONES

• Envejecer con salud y calidad de vida es un objetivo alcanzable que requiere de preparación y esfuerzo a lo largo de la vida.

• Es fundamental adoptar hábitos saludables desde la juventud, y detectar y tratar oportunamente las enfermedades intercurrentes de esta etapa de la vida.

• La socialización, las relaciones familiares y sociales, juegan un papel vital para el bienestar emocional; cultivarlas en la juventud pueden enriquecer la vida en la vejez, evitando el aislamiento y promoviendo una vida activa.

• Desarrollar habilidades y pasatiempos en la juventud proporciona sentido y propósitos de utilidad después de la jubilación.

• Envejecer con calidad no depende solo de factores biológicos, sino de las decisiones que tomamos y los hábitos que cultivamos a lo largo de la vida.

• Adoptar una actitud proactiva, consciente e informada nos ayudará en gran medida a garantizar en el futuro una salud óptima y un entorno social enriquecedor.

BIBLIOGRAFÍA

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• José Alberto Agüero Grande, Norma Elvira Moreno, Cecilia Salgado Espinoza (2020). Significativos atribuidos al envejecimiento: una revisión integrativa. Gerokomos, 31(2),5-152.Barcelona: Scielo. https://scielo.isciii.es/.

• Reichard, A., et al. (1992). Adaptación a la jubilación. Revista Española de Geriatría y Gerontología, 51(4), 229-2413. Elsevier. https://www.elsevier.es/.

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