20 CONSEJOS PARA GANAR SALUD Y CALIDAD DE VIDA

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Aprender es esencial en la vida. Aquí te presento algunas recomendaciones claves para ganar salud y calidad de vida en la tercera edad.

Autor: Dr. C. Luis Gregorio Pérez Álvarez

Colaboradora: Dr. C. María Cristina Pérez Guerrero

• Acepta que cada año que pase lejos de ser una pérdida de oportunidades, es un reto a enfrentar nuevas experiencias:

Es imprescindible cambiar la percepción de la vejez como algo negativo, de verlo como el fin de las oportunidades. Los años vividos te han permitido acumular experiencias, conocimientos, nunca es tarde para compartirlos, para brindarlos a otros más jóvenes.

• Acepta tus limitaciones:

Ya no caminas tan rápido como antes, te cansas más, tu memoria no es la misma, la sexualidad ha disminuido, pero a pesar de todo, debes aprender que esta nueva etapa puede traer experiencias gratificantes.

• Percibe la belleza en tu nueva imagen, recuerda que la belleza depende de los ojos que la miran:

Tus canas, las arrugas en tu rostro, son el reflejo de las muchas experiencias vividas, de recuerdos, de momentos agradables, de fiestas, viajes, celebraciones; ellas son símbolos de sabiduría acumulada.

• Combate la rutina de hacer todos los días lo mismo, es imprescindible proponerte hacer cada día algo nuevo, algo diferente:

Muchos se acostumbran a lo mismo todos los días. Me levanto, me visto, organizo la casa, hago los mandados y voy a ver televisión. Es imprescindible sugerirnos algo nuevo cada día, ver un amigo, hacer una visita, salir a caminar, sentarnos en el parque, salir de compras. La rutina hace que un día que se repite se convierta en uno dejado de vivir.

• No te conviertas en el emisario de las malas noticias:

No te cargues de energía negativa, la televisión, la radio, algunas amistades, son con mucha frecuencia portavoz de todo lo malo que pasa en el mundo y que, por supuesto nada tienen que ver contigo y tú no puedes resolver, las guerras, los desastres naturales, las epidemias, son una influencia negativa para nuestro ajuste emocional.

• Cuida tu dieta:

En la juventud se acostumbra a comer de todo sin preocupación. Cuando somos menos jóvenes, tenemos que aprender en primer lugar a evitar los alimentos que pueden afectar nuestra salud como el exceso de grasa, de sal, de azúcar.

En segundo lugar, a identificar aquellos alimentos que aportan nutrientes que benefician a nuestra salud, como los vegetales, las frutas, entre otros.

• Combate el sedentarismo:

Si hay un enemigo de la salud ese siempre será la inactividad, la falta de actividad física compromete la capacidad funcional de nuestros huesos, músculos y articulaciones, mientras menos camines más mal caminarás, mientras menos uses tus brazos, más rápido llegarán los dolores articulares, mientas pases más tiempo sentado tendrás menos equilibrio.

• No te creas el portavoz de la verdad, el que siempre tiene la razón:

Hay quien, por ser viejo, cree que los demás deben seguir sus instrucciones y consejos; eso te aísla de tus familiares y amigos. La soledad es con mucha frecuencia un factor muy negativo en la vejez. Piensa en aconsejar, pero nunca imponer. Cada persona tiene el derecho de decidir su vida y los demás la obligación de respetar sus decisiones.

• No olvides tus relaciones sociales:

El humano es un ser social, necesita convivir en sociedad. Cuando llega la jubilación, con frecuencia nos distanciamos de personas con las que tuvimos amistad. No es infrecuente que veamos en nuestros vecinos más que sus cualidades, sus defectos y nos distanciemos de ellos. La frase «me gusta estar solo para que nadie me moleste» cierra las puertas a la necesaria convivencia social que tanto beneficia a nuestra salud.

• No descuides tu apariencia personal:

La higiene, el peinado, el cuidado de la ropa, el cuidado de la piel, son esenciales para conservar la autoestima, el sentido de nuestro valor personal, mirarnos al espejo mal arreglado y mal vestidos tiene un costo sobre nuestro ajuste emocional, hay belleza en la vejez, aunque una belleza diferente más elegante, interesante.

¡Qué tristes aquellas ancianas que al despertarse en la mañana se ponen la misma bata de casa de todos los días, argumentando que es la que le queda más cómoda!

• Utiliza con inteligencia tu tiempo libre:

El aburrimiento, el no tener nada que hacer, el pasar el tiempo sentado en el sillón viendo cómo los demás viven, es nocivo para tu calidad de vida.

Actividades como la jardinería, para la que no hace falta tener un jardín, una lectura interesante, preparar una receta deliciosa para tus seres queridos, manualidades como tejer, cocer, son entre otras muchas oportunidades de combatir la inactividad y el aburrimiento.

• Nunca pierdas el deseo de reír:

¡Qué agradable ver a un anciano con sentido del humor, que hace cuentos graciosos, chistes, anécdotas agradables, qué distinto aquel que siempre está serio, preocupado por todo!

La risa, la alegría, reduce el estrés, libera endorfinas que producen sensación de bienestar, mejora el estado de ánimo, calma la ansiedad, reduce la depresión, incrementa la autoestima, entre otras muchas ventajas.

• Nunca pierdas la ocasión de recrearte:

Un paseo, un viaje, una película, un cumpleaños, una celebración, un evento social, son oportunidades inapreciables para recrear la mente. Hay adultos mayores que viven con miedo, a una caída, gastar el dinero, verse feos, que lo critiquen. El miedo es enemigo de la felicidad, la independencia funcional, la salud y la calidad de vida en el adulto mayor.

• Aprende a usar las nuevas tecnologías:

Nunca es tarde para aprender algo nuevo, destierra de tu mente el fatalismo de esa frase que muchos repiten «ya estoy muy viejo para eso».

Las redes sociales, internet y las nuevas tecnologías de manera general son una medicina de valor incalculable para combatir el aislamiento, poder conocer nuevos lugares, hacer amigos, comunicarte con tus seres queridos, ver una serie romántica que te haga recordar tu juventud. Todo eso representa salud y calidad de vida.

• Combate la polifarmacia:

Lamentable es aquel que piensa que la salud está contenida en un frasco de pastillas o en una receta médica, es indiscutible el valor de un buen tratamiento médico para una determinada condición de salud.

Hay personas que con frecuencia se automedican, y se convierten en buscadores de la pastilla de la eterna juventud, que, por supuesto, no existe. La fuente de la eterna juventud no es una pastilla y sí un estilo de vida.

• No vivas en los recuerdos, pensando que «los tiempos pasados siempre fueron los mejores»:

La juventud con frecuencia está sobrevalorada, especulando que solo en esa etapa se aloja la felicidad, y se aprecia la vejez como la época de las enfermedades crónicas, los dolores y la dependencia funcional.

Así, el tema de conversación se fija en los recuerdos de tiempos vividos y no en las metas de los que nos quedan por vivir. Salud y calidad de vida es tener metas, propósitos, aspiraciones de cara al futuro y no centradas en el pasado.

• No vivas pensando en la muerte:

Por ley de la vida nadie es eterno y, por tanto, un día a cada individuo le llegará el final, pero una cosa es estar conscientes de lo finito de la vida y otra el estar pensando constantemente cuando nos va a llegar.

Esos son los adultos que compiten a ver quién tiene más problemas de salud, que llevan las estadísticas de cuantos conocidos ya han fallecido, que cuando siente una molestia en el pecho piensa que llegó el infarto o cuando se ven una mancha en la piel salen corriendo pensando en el cáncer.

No hay nada que comprometa más la calidad de vida que los pensamientos negativos. Vive cada día como si fuera el último, disfrútalo al máximo y verás cómo ganas salud.

• Siente el placer de ayudar a otros:

Ayudar a otros, sean familiares, personas en situación de dependencia, colaborar en proyectos sociales, o religiosos, compartir aquello que no nos sobra con otros menos favorecidos.

Cuidar los nietos, un familiar enfermo, un vecino, un amigo, es una forma de generar en nuestro organismo influencias positivas que incrementan la calidad de vida al hacernos sentir útiles.

• Aprende a controlar el estrés:

Son muchas las causas que pueden traer estrés al adulto mayor entre ella; la inestabilidad económica, la muerte de la pareja, la emigración de los seres queridos, el cuidado de familiares en situación de dependencia, la descompensación de una enfermedad crónica, entre otras muchas.

Es inevitable enfrentarse a una situación estresante. El arte es saber controlar su repercusión sobre nuestra salud y ajuste emocional, tema que será tratado en profundidad en próximos artículos.

• Evita los hábitos tóxicos:

No por ser el último, es el menos importante, del hábito de fumar en una persona que por la edad tiene su capacidad funcional respiratoria restringida, es desfavorable, lo mismo ocurre con el alcohol, que sobrecarga las funciones hepáticas.

CONCLUSIONES

Tu salud y calidad de vida no están en un pomo de pastilla, que se vende en una farmacia, ni en la consulta de un médico. El mayor promotor de tu bienestar eres tú mismo. Aprende, infórmate, conviértete en un defensor activo de tu calidad de vida. No olvides que los errores no perdonan y, si algo haces mal, va a repercutir en tu salud y calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA

Recomendaciones sobre el estilo de vida. Actualización PAPPS 2022. Sociedad Española de Medicina Familiar. http://www.elsevier.es.

Grupo de expertos del PAPPS. Recomendaciones sobre el estilo de vida. Actualización 2020. Sociedad Española de Medicina Familiar. http://www.elsevier.es.

Guía de práctica clínica sobre el estilo de vida saludable en la prevención de enfermedades crónicas: Ministerio de Sanidad de España (2023). http://www.elsevier.es.

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