EL CUIDADO DE LA IMAGEN CORPORAL EN EL ADULTO MAYOR

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Como nos vemos, qué idea tenemos de nosotros mismos, de nuestra apariencia, es lo que pudiéramos llamar imagen corporal y cómo esta condiciona un juicio de valor sobre nuestra persona, autoestima.

Es la representación que cada uno construye en su mente de cómo luce su cuerpo.

Autor: Dr. C. Luis Gregorio Pérez Álvarez

Colaboradora: Dr. C. María Cristina Pérez Guerrero

Los cambios biológicos, psicológicos, y sociales del envejecimiento influyen en la imagen corporal, las arrugas, la piel seca, la pérdida de masa muscular, el incremento de peso, contrastan con los cánones de belleza que establece la sociedad.

Hay dos formas de enfrentar el envejecimiento: por una parte, la persona que cuida su salud, evita los hábitos tóxicos, tiene una buena alimentación, hace ejercicios, es optimista, se mantiene integrada, aprecia más sus capacidades que sus incapacidades.

Se tiñe las canas, usa crema para las arrugas, se preocupa por la moda y cuando se mira al espejo no ve un anciano maltrecho, sino una persona mayor con una belleza diferente.

Este enfoque hace crecer su autoestima, optimismo, y deseo de vivir en comunidad.

En los tiempos actuales, se asocia la juventud con el éxito, pero ya se aprecian cambios como consecuencia del reto de una población mundial cada vez más envejecida, con adultos mayores con deseos de integrarse y participar.

Este sector emergente de población constituye un mercado en aumento, que demanda cambios a la hora de diseñar y comercializar la moda.

No hay un modelo de cómo debe lucir una persona en la tercera edad.

El desarrollo de la ciencia y tratamientos más efectivos para las enfermedades crónicas, cardiovasculares y metabólicas, determinan que un mayor número de personas arriban a la tercera edad con independencia funcional, y deseos de cuidar su imagen.

La autoimagen está vinculada con la visión que uno tiene de sí mismo. Si es positiva, nos permite enfrentar los problemas de la vida diaria de forma segura, optimista, e influye de manera decisiva en el comportamiento social, familiar y laboral.

Una imagen negativa de nuestro cuerpo, vernos en el espejo de la vida, viejos, incapaces, dependientes, solos, conspira contra la salud.

Propicia un grupo importante de complicaciones y disminuye la capacidad del organismo de enfrentar las enfermedades intercurrentes, como ha sido demostrado por la ciencia.

¿Para qué me voy a peinar y maquillar si no voy a salir de la casa?, ¿Para qué usar ropa elegante si nadie me va a ver? ¿Para qué me voy a bañar si no he sudado?, ¿Para qué gastar perfume si nadie me va a oler?

Son expresiones del lenguaje popular de muchas personas de la tercera edad que se aíslan y deterioran psicológicamente, sin darse cuenta.

Es frecuente que un anciano que sufrió una fractura de cadera, que dejó una ligera cojera, desarrolle sentimientos de inseguridad y miedo para caminar. ¿Si resbalo y me vuelvo a caer?

Piensa que todo el mundo se fija en su cojera, la familia refuerza los sentimientos negativos. ¡Ten cuidado! Si te caes, te van a operar de nuevo y te vas a morir en el salón.

Todo lo que resulta que el miedo a caminar se convierta en miedo a vivir, a no salir del hogar, a vivir encerrado entre cuatro paredes esperando que llegue la muerte.

La familia con un falso sentido de proteger restringe al anciano y refuerza sus limitaciones. “No salgas que te puedes caer”, “no cocines que te vas a quemar”.

La familia se preocupa por que asista a las consultas médicas, pero piensa que, si nunca sale, qué necesidad tiene de ir a la peluquería, o de comprarse ropa nueva.

Una anciana que perdió a su marido a los 60 años, se olvida de arreglarse con la frase: ¿a quién le voy a lucir? Ya nadie se fija en mí, cuando estas situaciones se producen, la autoestima baja y la calidad de vida se comprometen.

La imagen corporal es ante todo una apreciación o construcción personal, que se almacena en la mente de cada uno. Lo importante no es cómo nos ven los demás, es cómo nos vemos nosotros mismos.

Tener confianza, ver las habilidades y no las limitaciones, es esencial para ganar calidad de vida.

En muchas sociedades desarrolladas, la televisión, el cine, el teatro, defienden un gusto estético históricamente prediseñado: la mujer delgada, rubia, rostro perfecto, o el hombre alto, musculoso.

En este contexto, envejecer es proporcional al deterioro inevitable de la imagen corporal, ¡la bruja de la película nunca es joven!

Cada vez son más los ancianos que se preocupan por su imagen, que quieren lucir atractivos, vestir bien, cuidar su pelo, su rostro, combatir las arrugas, mantenerse activos físicamente a pesar de los años.

En la actualidad surge la necesidad de crear y diseñar para la persona mayor de 65 años, considerando sus gustos y preferencias, sus posibles limitaciones funcionales.

Japón, uno de los países con mayor número de personas mayores de 65 años, desarrolla la llamada economía plateada que se ocupa de proveer de productos y servicios a este sector de población: moda, salud, transporte, vivienda, ocio, turismo, telecomunicaciones, nutrición.

La sociedad está cambiando, hay un aumento en la expectativa de vida, pero también una modificación en las necesidades de las personas cuando pasan de 65 años.

No es solo el médico y las medicinas, o el retiro lo que se necesita en la tercera edad. Muchos ancianos no se conforman con ser el que cuida a los nietos y hace las compras. Hay quienes se preocupan por las perspectivas de su desarrollo personal, por la integración social y por su imagen corporal.

Es el individuo el responsable de velar que la vida al llegar a la tercera edad merezca la pena de vivirla.

Hay que vigilar la salud, pero también es necesario cuidar la apariencia personal, como factor esencial para mantener nuestra autoestima alta y nuestra participación social activa.

Si no nos gusta nuestra apariencia personal, nuestro cuerpo, es muy difícil que nos guste la persona que en él habita, y eso condiciona una forma de actuar y de pensar.

Vemos al anciano en su dimensión biológica, lo llenamos de prohibiciones de todo lo que no puede hacer, para durar más años, pero ser feliz, disfrutar calidad de vida, es participar, es arriesgarse, es tener aspiraciones, proyectos, es cuidar no solo su salud sino también y en la misma medida su aspecto personal.

Debemos aceptar los cambios que llegan con los años, pero no aceptarlos con los brazos cruzados, como algo inevitable, que solo termina con la muerte. Hay que luchar para mantenernos activos, independientes.

Si somos inteligentes y estamos bien informados, vamos a conservar nuestra imagen, nuestra independencia, ajuste emocional y participación social, a pesar del paso de los años.

Muchos ancianos viven recordando el pasado, la belleza que en algún momento tuvieron, las fiestas y paseos en que participaron, los amigos que tenían, el trabajo que realizaban y el dinero que ganaban.

Vivir en el pasado limita las aspiraciones para lograr calidad de vida en el futuro, existir en el pasado trae consigo, tristeza, pesimismo, perdida de autoestima, depresión, falta de aspiraciones, todo lo que afecta el bienestar personal, y reduce la necesidad de mantener una buena imagen corporal.

El contexto social influye en la conducta y manera de pensar del anciano.

Los problemas económicos, la falta de vivienda, de espacios para la recreación, la emigración de la familia son caldo de cultivo hacia la pérdida del interés por su imagen y su autoestima.

Muchos ancianos solo piden tener salud, a pesar de que ella, sin calidad de vida, no es suficiente para ser feliz.

CONCLUSIONES

El cuidado de la imagen corporal en el adulto mayor es esencial para su bienestar emocional y calidad de vida.

Mantener una buena apariencia refuerza su autoestima y estimula su participación social.

Es importante divulgar información científica para que la familia y la sociedad apoyen a las personas a enfrentar los desafíos del envejecimiento.

Cuidar la imagen corporal no es solo cuestión de vanidad, sino un componente clave para vivir con dignidad en todas las etapas de la vida.

BIBLIOGRAFÍA

• Fundación San Rosendo (2016). La importancia del cuidado de la imagen física en las personas de edad. Https://www.fundancionsanrosendo.es/.

• Geriatric Arean (2016), Cuidar la imagen personal favorece la autoestima y calidad de vida del mayor. Https://geriatricarea.com./

• SciElo España (2012). La imagen corporal en los ancianos; Estudio descriptivo. https://scielo.sciii.es/.

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